domingo, 24 de noviembre de 2019

DE CONTAMINANTE Y PELIGROSO A VERDE Y SEGURO

Francisco Sánchez Martínez

Los terpenos son muy utilizados en la industria de aromas y fragancias. Por desgracia, muchas reacciones que se siguen empleando a día de hoy utilizan ácidos muy fuertes, catalizadores homogéneos (difíciles de separar), condiciones extremas y/o disolventes tóxicos como el benceno.
En este artículo [1] se propone una alternativa ecológica que “arregla” todos estos problemas:

Como disolvente se utilizan dialquilcarbonatos (DMC y DMC) por su muy baja toxicidad y que son biodegradables. Como catalizador se usa un heteropoliácido, el ácido tugstenofosfórico con soporte de silicio (H3PW12O40[1],[2] abreviado como HPW, que al no ser soluble en los disolventes utilizados (catálisis heterogénea) se puede recuperar muy fácilmente.
Con esta ruta sintética se ha logrado obtener un alto rendimiento (~90%) en la obtención de ambas especies y como ventaja adicional, las temperaturas utilizadas en las reacciones disminuye, siendo menos peligrosas. Esto es sobretodo en la obtención de carvenone, para lo cual se alcanzan hasta 190 ºC y con este método bajaría hasta los 90 ºC.

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